Su pintura constituye una inspirada crónica que nos conduce siempre al mismo punto: aspectos de su entorno evocados en su obra con particular potencia.
Un misterio indescifrable domina constantemente su obra haciéndonos sentir que asistimos a un testimonio hecho con profunda melancolía.
Con una delgada espátula acumula capas de pintura, por lo menos seis o siete veces.
Si uno se acerca a la tela, ve que los rojos están proyectados sobre golpes de negros, púrpura, tierras y verdes, incluso, azules.
Los colores se unifican en la paleta, fusionándose y fragmentándose como lo hacen sobre la tela, buscando reflejar la luz que ve el ojo humano, creando una pintura casi abstracta, de rica textura, identificando la pintura como un paisaje que recuerda de sus momentos cerca del mar.
Comenzó a pintar en mi taller a fines del año 2005, realiza todos sus cuadros sobre tela, utiliza únicamente óleo y ninguna de sus pinturas tiene nombre.



No hay comentarios:
Publicar un comentario